LOS CHICOS DE LA «ASOCIACIÓN COLISEO» VISITAN EL CAMPUS FUNDACIÓN CEPSA PARA CONTAR SU HISTORIA
Dentro del programa social de Fundación Cepsa y el CB Santa Cruz, hemos realizado una nueva actividad de integración esta vez en nuestra Escuela de Verano «Fundación Cepsa» que se viene realizando del 5 al 30 de julio en el Ceip Tomé Cano de Santa Cruz de Tenerife. Ellos son 9 chicos africanos que llegaron en patera a Canarias y han pasado por la escuela para hablar y compartir experiencia con los chicos/as del campus, haciéndoles entender la realidad de sus países y su situación personal.
Sin duda se han jugado la vida para llegar a Canarias en busca de una oportunidad, dejando atrás sus familias con el objeto de poder ayudarles desde Europa a tener una vida mejor en Africa. Un viaje por el que cada uno ha pagado 500 euros para subirse a un cayuco de 16 metros y pasar 10 días en alta mar. Llegaron desnutridos tras estar alimentándose de arroz, cuscús, leche y galletas a la intemperie día y noche, los que llegaron… Dos de ellos hablaban bastante bien español, y les preguntamos que quien de ellos sabía nadar, que levantaran la mano, pero ninguno la levantó… Nos contaron que muchos de los que salieron con ellos no llegaron a Canarias, porque no soportaron el viaje ni las condiciones.
Pap jugador becado del CB Santa Cruz, senegalés perteneciente a nuestro equipo cadete, participaba activamente de la traducción. Pap, junto a Fallou, Ibu y Edinho sus compañeros becados, es uno más en el campus y ayuda durante algunas mañana a sacar el campus adelante con los entrenadores formando parte de nuestro programa de voluntariado. Su labor es magnifica, pero el no llegó en cayuco como sus compatriotas, tuvo la suerte de llegar en avión en solo 3 horas, con un programa deportivo y de estudios a través de la beca del club. Una oportunidad que la mayoría añoran en Senegal.
Los chicos/as del campus les atendieron con mucho interés, y se interesaban por sus familias, y sobre todo como vivían en Africa, porque quisieron venir. La avalancha de preguntas fue considerable y realizadas con un respeto impresionante para la corta edad de los interlocutores.
Nuestros invitados quisieron hablar y contaron algunas cosas importantes:
«Queremos ayudar a nuestras familias», «en Africa un paquete de azucar vale 1 euros, pero en Senegal un sueldo medio pueden ser 200-300 euros», «tengo 7 hermanos y en Senegal mucha gente se casa con 14 o 15 años», «al llegar a Canarias sentimos felicidad», «no sabíamos donde veníamos cuando nos subimos al barco, solo que veníamos a Europa, pero no nos dijeron a donde».
Además todos quisieron jugar y participar durante los últimos 15 minutos de la actividad con los niños/as de la Escuela de Verano y fueron felices, al menos durante un rato. Al final se despidieron de nosotros con una sonrisa, «lo hemos pasado bien, gracias». Miguel, su tutor los vuelve a llamar «vamos chicos»… les costaba marchar.
Aprendimos en valores, todos los participantes del campus pueden entender para lo pequeños que son que la integración de las personas como ellos nos hace mejores, y que debemos ser solidarios con los que mas lo necesitan. Personas que vienen sin nada y que buscan una oportunidad en una sociedad que sigue avanzando hacia la igualdad entre las personas y el principio de la solidaridad, dentro de una ciudad igualitaria y sin discriminación por raza, sexo o edad. Algo que nuestra juventud ya empieza a tener interiorizado desde muy pequeños.
Gracias por visitarnos y contar vuestra historia.
Mucha suerte AMIGOS.
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